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Banco de Corea Ejecuta Reducción Adicional de Tasas de Interés, Ajusta Drásticamente la Tasa de Crecimiento de 2025 al 0.8%

Banco de Corea reducción tasas interés

Banco de Corea Ejecuta Reducción Adicional de Tasas de Interés, Ajusta Drásticamente la Tasa de Crecimiento de 2025 al 0.8%

El Banco de Corea anunció que en la reunión de decisión de dirección de política monetaria de septiembre de 2025 redujo adicionalmente la tasa de interés base del 2.75% anual al 2.50% anual, una reducción de 0.25 puntos porcentuales. Esta es una decisión tomada debido a la expansión de las presiones económicas a la baja mientras continúa la estabilización de precios, mostrando que las preocupaciones sobre la desaceleración del crecimiento de la economía coreana se están materializando en serio.

Particularmente notable es la revisión drástica a la baja del pronóstico de crecimiento económico para 2025 que el Banco de Corea realizó el 29 de mayo. Al revisar el pronóstico de crecimiento del 1.5% inicial a 0.8%, una reducción de 0.7 puntos porcentuales, efectivamente reconoció oficialmente que la economía coreana ha entrado en una fase de bajo crecimiento. Este es el pronóstico de tasa de crecimiento más bajo registrado desde la crisis financiera global.

Estancamiento de la Inversión en Construcción y Incertidumbre de las Exportaciones Como Causas Principales

Las principales causas de la desaceleración del crecimiento presentadas por el Banco de Corea son el estancamiento continuo de la inversión en construcción y la incertidumbre de las condiciones de exportación. Se analiza que la recesión del mercado inmobiliario se ha prolongado, expandiendo el crecimiento negativo del sector construcción a un nivel más severo de lo esperado, lo que está teniendo un impacto negativo en toda la economía doméstica.

El sector de la construcción, tradicionalmente un motor importante de la economía doméstica coreana, ha experimentado una contracción sostenida durante más de 18 meses consecutivos. Esta contracción no solo afecta directamente el empleo en el sector construcción, sino que también tiene efectos multiplicadores en industrias relacionadas como materiales de construcción, maquinaria, transporte y servicios profesionales.

Los datos del Instituto de Desarrollo Económico de Corea muestran que la inversión en construcción ha disminuido un 12.3% en términos interanuales durante el tercer trimestre de 2025, marcando la mayor caída desde la crisis financiera asiática de 1997-98. Esta disminución se atribuye principalmente a la incertidumbre regulatoria, el endurecimiento de las condiciones crediticias y la desaceleración de la demanda tanto residencial como comercial.

Sin embargo, algunas señales de mejora están apareciendo en el sector consumo. Junto con la caída de las tasas de interés del mercado, el sentimiento del consumidor está mostrando una recuperación gradual, por lo que se prevé que se pueda evitar un colapso completo de la economía doméstica. No obstante, esta recuperación del consumo por sí sola es insuficiente para compensar el estancamiento de la inversión en construcción.

En el sector externo, la recuperación de la industria de semiconductores está actuando como un factor positivo. La tasa de crecimiento de ventas de semiconductores de memoria para 2025 proyectada por WSTS (Organización Mundial de Estadísticas de Comercio de Semiconductores) fue revisada al alza al 17.1%, superior al pronóstico previo del 13.4%. Esto sugiere que el aumento de la demanda de semiconductores de IA y el ciclo ascendente de la memoria continúa.

Pronóstico de Recuperación para 2026 Pero Persisten Incertidumbres

El Banco de Corea declaró que prevé que la tasa de crecimiento se recupere al 1.6% en 2026. Explicó que esto se basa en la recuperación gradual del sector doméstico y la finalización del proceso de ajuste de la inversión en construcción. Sin embargo, en una situación donde persisten las incertidumbres de la economía global y los riesgos geopolíticos, hay muchas variables en este escenario de recuperación.

Los economistas internacionales expresan opiniones mixtas sobre las perspectivas de recuperación de Corea del Sur. Mientras que algunos ven la recuperación del sector tecnológico y las mejoras en la competitividad de exportación como señales prometedoras, otros señalan las vulnerabilidades estructurales de una economía altamente dependiente del comercio internacional en un entorno global cada vez más fragmentado.

La caída del Índice de Sentimiento del Consumidor (CCSI) de septiembre a 110.1, una disminución de 1.3 puntos respecto al mes anterior, también muestra la incertidumbre sobre la recuperación económica. Dado que las perspectivas económicas de los consumidores permanecen en un nivel cauteloso, surgen preocupaciones de que la recuperación doméstica pueda ser más lenta de lo esperado.

Las proyecciones económicas para 2026 se basan en varios supuestos clave, incluyendo la estabilización de las cadenas de suministro globales, la resolución gradual de las tensiones geopolíticas, y la implementación exitosa de políticas de estímulo doméstico. La materialización de estos supuestos será crucial para determinar si la recuperación proyectada se realizará según lo planeado.

Un funcionario del Banco de Corea declaró: "En el futuro, tomaremos decisiones cuidadosas sobre el momento y la velocidad de reducciones adicionales de la tasa base mientras revisamos integralmente las situaciones de precios, crecimiento y estabilidad financiera." Esto se interpreta como mantener abierta la posibilidad de políticas monetarias expansivas adicionales para el estímulo económico, mientras también consideramos preocupaciones sobre el sobrecalentamiento del mercado inmobiliario y la expansión de desequilibrios financieros.

Necesidad de Armonía con la Política Fiscal

Los expertos señalan que para superar la actual fase de bajo crecimiento, las políticas monetarias solas tienen limitaciones, y se necesita armonía con las políticas fiscales. Particularmente, se analiza que el presupuesto gubernamental de 2025 muestra una orientación de austeridad que prioriza la salud fiscal, con solo un aumento del gasto total del 3.6% y un aumento del gasto discrecional del 0.8%, lo que podría actuar como un factor restrictivo para el estímulo económico.

La coordinación entre las políticas monetaria y fiscal se vuelve particularmente crítica en el contexto actual donde las herramientas monetarias tradicionales pueden tener efectividad limitada. La reducción de las tasas de interés, aunque necesaria, puede no ser suficiente para estimular la inversión privada si las expectativas empresariales sobre la demanda futura permanecen pesimistas.

Los formuladores de políticas enfrentan el desafío de equilibrar múltiples objetivos: estimular el crecimiento económico, mantener la estabilidad de precios, preservar la estabilidad financiera y mantener la sostenibilidad fiscal. Este equilibrio requiere una coordinación cuidadosa entre las autoridades monetarias y fiscales, así como una comunicación clara con los mercados y el público.

La experiencia internacional sugiere que en períodos de bajo crecimiento, la combinación de políticas monetarias acomodaticias con inversión pública selectiva puede ser más efectiva que depender únicamente de las herramientas monetarias. Sin embargo, el espacio fiscal de Corea del Sur, aunque relativamente saludable en comparación con muchos países desarrollados, no es ilimitado y requiere un uso juicioso.

Contexto Global y Desafíos Estructurales

La economía coreana actualmente se encuentra en una situación compleja donde coexisten factores positivos como la recuperación del sector semiconductores y el rendimiento continuo favorable de las exportaciones de automóviles, junto con factores negativos como el estancamiento de la inversión en construcción y el retraso en la recuperación doméstica. Las direcciones de respuesta de las autoridades políticas y los cambios en las condiciones económicas globales serán variables clave que determinarán el flujo económico en la segunda mitad de 2025.

Los desafíos estructurales a largo plazo incluyen el envejecimiento de la población, la necesidad de transición hacia una economía más basada en servicios y innovación, y la adaptación a los cambios en las cadenas de valor globales. Estos desafíos requieren respuestas políticas que vayan más allá de los ajustes cíclicos y aborden las transformaciones fundamentales en la estructura económica.

Particularmente, la reintensificación del conflicto comercial entre Estados Unidos y China y las persistentes preocupaciones sobre la desaceleración económica china podrían tener efectos significativos en la economía coreana, que tiene una alta dependencia de las exportaciones. Junto con esto, el aterrizaje suave del mercado inmobiliario y el mantenimiento de la estabilidad del sistema financiero también emergen como tareas políticas importantes.

La capacidad de Corea del Sur para navegar estos desafíos dependerá no solo de la efectividad de sus políticas domésticas, sino también de su habilidad para adaptarse a un entorno internacional cambiante. Esto incluye diversificar los mercados de exportación, fortalecer las capacidades de innovación doméstica y construir resiliencia en sectores económicos clave.

En conclusión, mientras que las medidas de política monetaria adoptadas por el Banco de Corea representan una respuesta necesaria a las condiciones económicas actuales, la recuperación sostenible requerirá un enfoque más amplio que incluya reformas estructurales, inversiones en capital humano y tecnología, y la construcción de un consenso social alrededor de las estrategias de desarrollo económico a largo plazo.

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